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Repensando el papel de la tecnología en el aula

Nos encontramos en un momento clave en la implementación de la tecnología educativa dentro de las aulas. La pandemia del Covid ha cambiado muchas estructuras y formas de trabajar en el aula y nos hemos acercado, sin quererlo, a herramientas tecnológicas que pueden ayudarnos a mejorar el día a día en nuestra labor docente.

 

Este acercamiento es un paso necesario para romper esquemas tradicionales que se han ido perpetuando en las aulas, pero también es una oportunidad para repensar el sentido que la tecnología tiene en nuestra labor docente y cómo estas herramientas pueden ayudarnos a mejorar nuestra práctica docente y ofrecer una atención personalizada a estudiantes y familias.

 

En algunas ocasiones asumimos el valor de la tecnología sin pensar realmente lo que puede aportar en nuestro aula o cómo nosotros como docentes podemos aprovechar de ciertas funcionalidades para extraer una aplicación diferente. Cuando integramos herramientas tecnológicas en el aula debemos conocer su uso a nivel funcional, pero también debemos analizar cómo estas herramientas integradas dentro de nuestras actividades mejorarán y enriquecerán la metodología. Se busca no solo contar con TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), sino con tecnologías que fomenten el aprendizaje (Tecnologías del Aprendizaje y Conocimiento, TAC) y con tecnologías que nos preparen para desarrollarnos de manera correcta en la era digital (Tecnologías para el Empoderamiento y la participación, TEP).

 

Para concretar lo expuesto hasta aquí, vamos a recurrir a una de las herramientas "revelación" de la pandemia: los software de videoconferencia como por ejemplo Zoom, Meet o Jitsi, por mencionar algunos. Si echamos la vista hacia esos meses de confinamiento y aislamiento decretado a nivel mundial, podemos reconocer cómo este tipo de herramientas fueron una solución accesible para millones de personas que necesitaban contactar e interactuar. Las cifras no engañan y aplicaciones como Zoom han superado el nivel de descarga de  otras aplicaciones como WhatsApp, Google o incluso TikTok (Forbes, 2020; Portillo, 2021). Con estas aplicaciones docentes de todo el mundo se han conectado con sus estudiantes para desarrollar actividades síncronas y seguir con los itinerarios formativos evitando la pérdida de contacto y seguimiento académico: se ha concretado con una herramienta TIC de alto valor.

 

Y una vez que hemos vuelto a las aulas ¿Cómo podemos seguir usando estas herramientas para extraer no solo su sentido de herramienta de comunicación sino también de aprendizaje, empoderamiento y participación?

 

Las numerosas posibilidades de configuración que tienen estas aplicaciones las convierten en herramientas muy interesantes para el aprendizaje. Con estas herramientas es posible trabajar en el aula creando grupos implicados en el desarrollo de una actividad de manera colaborativa, generar recursos audiovisuales para compartir el conocimiento, interactuar de manera síncrona fuera del aula, etc.

 

El uso de estas herramientas empodera a los estudiantes haciéndoles partícipes en todo momento de su aprendizaje, pero a su vez fomenta el desarrollo de competencias digitales necesarias para  desenvolverse de manera correcta en el mundo digital y facilita el trabajo de competencias sociales como el respeto, el trabajo en equipo o la responsabilidad muy necesarias en la era actual.

 

Pero no nos quedemos en este punto, estas herramientas también pueden convertirse en aliados interesantes para fomentar la interacción y participación de las familias en la educación. En muchas ocasiones la participación de los padres en el progreso académico de sus hijos queda relegado a tutorías presenciales en las que tanto docentes como padres deben buscar espacios y tiempos. Con el uso de estas herramientas los encuentros y participación dentro de la vida académica puede ser más fluída y fructifera al romper las presiones que suponen las barreras geográficas y desplazamientos a los centros de educación.

 

Y en el mismo sentido, podemos hacer uso de estas herramientas como medio de interacción con el entorno social, laboral, económico. Muchas veces no vinculamos el aprendizaje a la realidad que nos rodea por falta de tiempo, presupuesto, recursos. Con este tipo de herramientas es más sencillo conectar con empresas, asociaciones, instituciones que participen en sesiones síncronas que nos permitan vincular lo trabajado en el aula con la empleabilidad del conocimiento.

 

Estos son solo algunos ejemplos de cómo utilizar las herramientas de videoconferencia en el entorno educativo, seguro que mientras estabas leyendo se te han ocurrido muchas más ¿te apetece compartirlas?

 

 

 


BIBLIOGRAFÍA:

Portillo, R. (2021, 20 marzo). ¿A qué se debe el éxito de Zoom durante la pandemia? Marketing Insider Review. https://www.marketinginsiderreview.com/exito-zoom-pandemia/